En este artículo destacamos cinco maneras en que el modelo BIM puede contribuir con el desarrollo de proyectos constructivos sustentables.
De acuerdo con un estudio de la Global Alliance for Buildings and Construction, en 2020 el sector AEC fue responsable del 36% del consumo de energía final global, y del 37 por ciento de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía en comparación con otros sectores de uso final.
Por eso, muchos profesionales del sector ven como uno de los grandes desafíos por delante el desarrollo de proyectos sustentables, en los que las edificaciones sean más eficientes y contribuyan activamente con la “descarbonización” del ambiente. Pero lograr este objetivo no es sencillo. Requiere, ante todo, planificar estrategias que optimicen el uso de los recursos naturales, reduzcan las emisiones de carbono, e impulsen el rendimiento energético de los edificios.
En este contexto, la metodología BIM (Building Information Modeling) puede resultar clave.
Cinco usos de BIM en el desarrollo de construcciones sostenibles
La construcción sustentable es aquella que busca minimizar los impactos negativos sobre el clima, el medio ambiente y la salud humana, tanto durante la fase de construcción como durante todo el ciclo de vida de la edificación. ¿Cómo puede ayudar BIM a lograr estos objetivos?
- En primer lugar, BIM se puede utilizar para identificar oportunidades de mejora de la eficiencia energética. Mediante el análisis de datos como la orientación del edificio, la masa térmica y la fuga de la envolvente, BIM puede ayudar a identificar áreas donde se puede reducir significativamente el consumo de energía a través de la disposición de las aberturas y el aislamiento térmico.
- En segundo lugar, BIM es una gran herramienta a la hora de optimizar la iluminación natural en un edificio. Al simular diferentes diseños y orientaciones de ventanas, se puede encontrar la configuración que admita mayor luz natural y equilibre la absorción de calor solar.
- En tercer lugar, BIM puede utilizarse para seleccionar materiales de construcción con un menor impacto ambiental. Al evaluar la energía incorporada y el potencial de calentamiento global de diferentes materiales, BIM facilita la elección de productos con una huella ecológica más pequeña.
- El modelo también puede usarse para evaluar la viabilidad de los sistemas de energía renovable, y así determinar si un sitio en particular es adecuado para paneles solares o turbinas eólicas al modelar factores como la exposición solar, la velocidad del viento y la sombra.
- Finalmente, BIM facilita el monitoreo del rendimiento de los sistemas de construcción sostenibles después de que se hayan instalado. En ese sentido, puede ayudar a verificar que los edificios sostenibles funcionen según lo previsto mediante el seguimiento del uso de energía, el consumo de agua y la generación de desechos.
Las emisiones que provocan el cambio climático se disparan por los materiales que usamos, las tecnologías que aplicamos y las obras que realizamos. Y si bien no podemos paralizar nuestras empresas y la economía en general, sí podemos repensar nuestra manera de trabajar y minimizar el impacto ambiental con mejores decisiones a la hora de desarrollar nuevos proyectos.
En ese derrotero, el modelo BIM ofrece grandes ventajas que vale la pena considerar si queremos que la construcción sustentable sea no una excepción, sino la norma.
